La estimulación temprana tiene como propósito desarrollar y fortalecer, por medio de juegos, ejercicios, técnicas, actividades y otros recursos, las funciones del cerebro del bebé.
Destacan sus beneficios físicos, sensibles y también intelectuales. La estimulación sirve al bebé para aprovechar al límite su capacidad de aprendizaje y de adaptación a su ambiente de una manera más fácil, veloz y también intensa.
Todos sabemos que los bebés nacen con un enorme potencial y es la misión de los progenitores hacer que se desarrolle al límite de la manera más conveniente, positiva y entretenida.
La estimulación temprana y el aprendizaje en bebés
La estimulación temprana une la adaptabilidad del cerebro a la capacidad de aprendizaje, y logra que los bebés sanos maduren y sean capaces de amoldarse mucho mejor a su ambiente y a las distintas situaciones.
No se trata de una terapia ni de un procedimiento de enseñanza formal. Es una forma de orientación del potencial y de las capacidades de los más pequeños. Cuando se estimula a un bebé, le vamos a estar abriendo un abanico de ocasiones y de experiencias que le van a hacer explorar, adquirir habilidades y habilidades de una manera más natural, y comprender lo que pasa a su alrededor.
¿Cuándo comenzar con estimulación temprana en bebés?
Lo antes posible comencemos con la estimulación temprana, mejor, porque la flexibilidad del cerebro va disminuyendo con la edad. Desde el nacimiento hasta los 3 años de edad, el desarrollo neuronal de los bebés alcanza su nivel máximo. A partir de los 3 años, comenzará a decrecer hasta los 6 años de edad, cuando ya estarán formadas las interconexiones neuronales del cerebro del bebé, haciendo que sus mecanismos de aprendizaje sean similares a los de una persona adulta.
Todos y cada uno de los bebés experimentarán diferentes etapas de desarrollo que pueden ser incrementadas con una estimulación temprana. Para eso, se debe reconocer y motivar el potencial de cada pequeño individualmente, y presentarle objetivos y actividades adecuadas que fortalezcan su autoestima, iniciativa y aprendizaje. La estimulación que recibe el bebé en sus primeros años de vida forman la base de su desarrollo futuro.
¿Quién es el fisioterapeuta pediátrico?
El fisioterapeuta pediátrico es un profesional de la fisioterapia experto en el desarrollo del pequeño, requiriendo para esto de capacitación específica en este campo, puesto que son precisas unas competencias y práctica muy concretas.
El fisioterapeuta pediátrico se encarga del tratamiento de cualquier afectación sufrida a lo largo de la niñez que pueda ser susceptible de trastocar el desarrollo motor (así sea retrasándolo o bien condicionando su calidad) y, en consecuencia, de limitar el potencial del pequeño para ser independiente en el futuro.
En ciertos casos, el pequeño va a ser atendido a lo largo de un periodo específico hasta el momento en que se resuelva la anomalía y, en otros, el tratamiento podría englobar toda la vida.
El fisioterapeuta pediátrico conoce de qué forma se desarrolla el pequeño a nivel psicomotor, de qué forma aprende, de qué manera logra supervisar su cuerpo y qué adaptaciones va a probar el bebé con el desarrollo.
Por otra parte, no puede dejar al lado los nuevos avances en neurociencia y en la ciencia del movimiento y tiene presente la evidencia a nivel científico existente en el momento de proponer sus tratamientos, lo que quiere decir que prosigue las indicaciones del argumento clínico en el momento de organizar la evaluación, el tratamiento y la reevaluación de los resultados del mismo.
Además de esto sabe que el pequeño y su familia son el motor del tratamiento y, por este motivo, en fisioterapia a domicilio trabajamos conjuntamente con ellos.